Una dependienta explica la paciencia que debe tener con la gente en plena pandemia, porque no respetan nada en la tienda, por @martolius
Vía: https://twitter.com/martolius/status/1269256531037560832
#3 #3 arkassar dijo: Habiendo tantos votantes de derecha rancia en este país, aunque siempre están escondiditos és en estos lugares dónde salen a relucir con todo su oscuro esplendor, mucha fuerza dependientas/esComo empleada de atención al cliente (vía telefónica), te puedo asegurar que malcriados y déspotas hay en todas partes... incluso en las sedes de organizaciones, sindicatos y partidos de izquierdas, a los que he atendido. Quien es mala gente es mala gente, y ya.
Trabajo de reparto a domicilio y aun hay mucha gente que pone mala cara o directamente se queja porque no le entremos el pedido dentro de la casa.
-Dejalo por ahi (señalando dentro de su casa)
-No podemos entrar en los domicilios (a todo esto, con mascarilla y guantes despues de subir 2 o 3 pisos).
Nos falta un hervor como especie y esta claro que hay especimenes cuya carga genetica son un lastre volutivo.
Te entiendo, trabajo como repartidor en un doner kebab y llevo lidiando con gente así desde el 31 de marzo. La gente es, por suavizarlo, idiota y no entiende que si estamos en cuarentena deberían abstenerse de pedir comida rápida a domicilio.
Yo llevo teletrabajando desde finales de Marzo (y me encanta, todo sea dicho), pero en mi trabajo hay muchos departamentos que han cerrado porque no son esenciales (por ejemplo: atención al cliente en alemán, o baja de suscripciones premium). Me estoy dejando la piel para hacer, desde mi propio PC, gestiones que normalmente hace el propio cliente desde el suyo, o que hace desde esos departamentos exclusivamente, pero la mayoría ni lo agradecen, aunque les expliques que eso excede a tus funciones pero lo haces por empatía, para que su problema quede resuelto.
Al principio del confinamiento me tragaba todas sus historias de paro, separación familiar (a mí, que llevo más de tres meses sin abrazar a mi madre y tío) e incluso pérdida de restos mortales durante días, y en muchas llamadas acabábamos llorando, el cliente y yo. Ahora, desde que empezaron a relajar las medidas, la gente está más déspota incluso que en condiciones normales. Es un infierno. Tres ataques de ansiedad tuve la semana pasada, sin ir más lejos.
Primark. Puedo añadir unas cuantas y sobretodo dentro de una semana.
#2 #2 jerazo dijo: Te entiendo, trabajo como repartidor en un doner kebab y llevo lidiando con gente así desde el 31 de marzo. La gente es, por suavizarlo, idiota y no entiende que si estamos en cuarentena deberían abstenerse de pedir comida rápida a domicilio.ahí hay un dilema. Durante el período duro de la pandemia no, pero una vez han ido abriéndose cosas... Yo estoy pidiendo a sitios cerca os una vez por semana por norma autoimpuesta. Se supone que el riesgo es mucho más reducido y creo que debo ayudar a los restaurantes/bares de mi zona para evitar su ruina.
No sé qué opinas tú de ello.
#3 #3 arkassar dijo: Habiendo tantos votantes de derecha rancia en este país, aunque siempre están escondiditos és en estos lugares dónde salen a relucir con todo su oscuro esplendor, mucha fuerza dependientas/esclaro, si una persona es mala gente por huevos tiene que ser de derechas jajajajaja vaya tela.
trabajo como frutero en un supermercado, hago la descarga del camion y la despaletizacion con mascarilla en todo momento, con el agobio y la falta de aire que esto conlleva, y todavia hay gentuza que se baja la mascarilla por la tienda diciendome que se agobian por andar con ella...
Nunca he trabajado cara al publico, pero si me llegase un caso como los que ha descrito, buff... No me quiero ni imaginar como reaccionaría
Trabajo en un supermercado, soy cajera. Llevamos 3 meses así, la gente no aprende. Tengo clientes que vienen a diario y les tengo que seguir recordando que se pongan el gel desinfectante, que mantengan la distancia... Y estoy muy harta, no puedo más. Compañera armate de paciencia y práctica el sudapollismo (por tu salud mental). La mayoría no aprecia nuestro esfuerzo y no se merecen que suframos por ellos.
Somos gilipollas, no hay más.
En mi isla nos hemos quejado siempre de que los turistas destrozan la isla y bla bla bla... pues ahora no hay turistas y ha tenido que cerrar la policía playas porque se montaban fiestas con más de 500 personas. En el centro de la ciudad hay mascarillas y guantes por el suelo (no os digo en la puerta del super...), en mi puesto de trabajo gente gritando porque no les dejamos entrar sin mascarillas, cuando lo exige la ley... todo esto somos nosotros, que como sociedad somos una pu**a mier*a. Y no hay más.
Y a quien distingue entre derechas e izquierdas un tema como la educación, desde luego es corto de miras como un asno, porque vamos, hay personas buenas y malas en todas partes. Y si tenemos que generalizar en cuanto a educación, para mí, visto lo visto, en España somos más malos que buenos.
Lo que se debería hacer en estos casos es llamar a la policía y junto con las grabaciones denunciar al cliente por saltarse las normas del confinamiento, con la pertinente multa. Pero claro, nos hemos criado en la cultura de "el cliente siempre tiene la razón", cuando generalmente no suele tenerla nunca. Es más factible que esa dependienta se lleve una queja con el pertinente tirón de orejas de su jefe a que el cliente reciba su ración de karma por ser un impresentable.
La nueva normalidad, está llena de antiguos anormales.
#2 #2 jerazo dijo: Te entiendo, trabajo como repartidor en un doner kebab y llevo lidiando con gente así desde el 31 de marzo. La gente es, por suavizarlo, idiota y no entiende que si estamos en cuarentena deberían abstenerse de pedir comida rápida a domicilio.Está claro que, a lo mejor, alguien que viene reventado de trabajar en un servicio esencial (sanitarios, supermercados, transportes, seguridad y emergencias) va a pedir un kebab o cualquier otra cosa, porque llega tan hecho polvo que ni un café se hace, y que otro pedirán comida a domicilio porque están en cuarentena con síntomas (el covid te deja tan cansado que hasta levantar una taza llena es un esfuerzo), pero pedir por capricho... jolín, que todos tenemos cocina en casa.
La pandemia solo ha hecho más evidente la imbecilidad de muchos por desgracia. Soy una cocinera que acaba de salir del Erte, así que en pleno casi verano estoy manejando un horno a 300°, gritando comandas porque si no, no nos entendemos porque la cocina es muy grande, pasando apurones y agobios por el exceso de trabajo y más cosas así, y todo esto, con la mascarilla desde que entro hasta que salgo, para que luego reciba una comanda pidiendo comida y con dos cojones, ensaladas (al menos el horno mata todo) pero eeeh ¡entrega sin contacto! Que me tosan si quieren en la comida que no lo veo, pero el repartidor con guantes, con la mascarilla puesta del casco, que no se me acerque que me da miedo... Subnormales a paladas es lo que nos toca aguantar, admiro tu paciencia.
Tengo una tienda. La de burradas que he tenido que soportar son bastantes. Aún 5 o 6 que entran sin la mascarilla y se enfadan cuando les digo que no pueden entrar así, que no pueden tocar la fruta... Los hay que se quitan la mascarilla para toser😭
Sino se cumplen las normas se llama a la policía porque puede ser delito contra la salud pública, punto. Llama y ya
Habiendo tantos votantes de derecha rancia en este país, aunque siempre están escondiditos és en estos lugares dónde salen a relucir con todo su oscuro esplendor, mucha fuerza dependientas/es
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7 jun 2020, 14:20
En casos como este, qué bien estaría tener la potestad de decirle: váyase, no voy a servirla. Ojalá fuera así de sencillo, obviamente un trabajo y un sueldo es necesario, y toca aguantarse estas cosas. Mucha fuerza, las personas trabajadoras como tú sois las que estáis moviendo el mundo en estos momentos (y siempre)