Definición de amor, por @Zumotronik
Vía: https://twitter.com/Zumotronik/status/482180456012840961
Me encantan las metáforas gastronómicas .
Amor es acabar compartiendo la croqueta
#9 #9 sheyarex dijo: #8 Se le llama el de la vergüenza porque en la antigua España, la de los hidalgos, el aparentar era algo muy importante. En aquella época se pasaba hambre, mucha, pero los hombres -sobre todo-, debían aparentar que no y por eso iban con un palillo en la boca. Esa práctica era para aparentar que, aunque llevasen tres días sin comer, acababan de salir de una gran comilona. Tal era la devoción por el aparentar que, por mucha hambre que se tuviese, nadie quería acabarse el último bocado, pues demostraba que era el más hambriento de los comensales y eso podría hacer que ganasen apodos denigrantes o risas a sus espaldas. A lo escudero, del Lazarillo de Tormes :) eso lo describe bastante fielmente, pues.
Lo malo del amor es que muchos lo confunden con la gastritis y, cuando se han curado de la indisposición, se encuentran con que se han casado (Groucho Marx)
#4 #4 gamenido dijo: aqui le llamamos la vergüenza del gallego el dejar siempre el ultimo trozo de comidaEso de llamar al último pedazo el de la vergüenza y no comérselo es algo que nunca he entendido. Yo lo veo alrevés, es el pedazo de la victoria, el que acaba con el plato y la gente debería darse de hostias por él.
Como a nuestras mascotas, donde preferimos darle nuestro último bocado...
Compartir comida enamorado ♥
(No tengo ni comida, ni novia) D:
jamas querré a nadie tanto... En el juego de croquetas o ganas o mueres!
y odio es que llegue la amiga gorda y la coja primero
aqui le llamamos la vergüenza del gallego el dejar siempre el ultimo trozo de comida
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30 jun 2014, 12:54
#8 #8 toneti_bah dijo: #4 Eso de llamar al último pedazo el de la vergüenza y no comérselo es algo que nunca he entendido. Yo lo veo alrevés, es el pedazo de la victoria, el que acaba con el plato y la gente debería darse de hostias por él.Se le llama el de la vergüenza porque en la antigua España, la de los hidalgos, el aparentar era algo muy importante. En aquella época se pasaba hambre, mucha, pero los hombres -sobre todo-, debían aparentar que no y por eso iban con un palillo en la boca. Esa práctica era para aparentar que, aunque llevasen tres días sin comer, acababan de salir de una gran comilona. Tal era la devoción por el aparentar que, por mucha hambre que se tuviese, nadie quería acabarse el último bocado, pues demostraba que era el más hambriento de los comensales y eso podría hacer que ganasen apodos denigrantes o risas a sus espaldas.